Las superficies de concreto tienden a fisurarse o agrietarse por diversos motivos, con el tiempo; por estas fisuras o grietas ingresa el oxígeno y la humedad, originando corrosión en el acero de refuerzo, deterioro del concreto, eflorescencias y filtraciones hacia zonas contiguas de la edificación; comprometiendo de esta forma la integridad de la estructura y reduciendo su vida útil.
Cuando no se impermeabiliza una azotea y llueve, o se riega agua por el piso, el solo genera una gasificación, pero no toda el agua pasa a formar parte del ciclo de evaporación, una ligera cantidad es absorbida por el suelo de la azotea.
El trabajo de una impermeabilización correctiva tiene como objetivo corregir filtraciones, humedades o deterioros localizados en los diferentes elementos de la construcción y se enfoca en identificar la causa de las humedades para corregirlas y repararlas.